Julia tiene diez años, me cuenta que lo pasó muy mal, que llamó al 1-1-2, número europeo de emergencias, instalado en todos los países de la comunidad europea, y que permite una atención rápida y directa que pondrá los recursos necesarios en funcionamiento. Al rato llegó el SAMUR, mientras dos personas me intentaban dar ese soplo de vida y ponían sus manos en mí…
