Un corazón nunca deja de latir, se contrae de forma insistente durante todo el día.
Descifradas las contracciones del corazón
Nunca para durante toda nuestra vida. Es el órgano más trabajador del cuerpo humano y solo se interrumpe con motivo de alguna enfermedad cardiaca. Ahora, se han descubierto los mecanismos moleculares que posibilitan estas contracciones del corazón.
El hallazgo promete marcar un antes y un después cara a investigar tanto las dolencias como las soluciones a las patologías cardiacas: se han descubierto cuáles son los mecanismos moleculares que posibilitan las contracciones del corazón. Lo han averiguado en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC) y se ha publicado en la prestigiosa revista Cell Metabolism. El descubrimiento es tan importante que abre la veda a nuevas posibilidades para el estudio de la fisiología del músculo estriado al desvelar los “mecanismos moleculares que controlan la identidad estructural de los tejidos cardiaco y esquelético”, cita el artículo.
Cabe destacar que tanto el corazón como el músculo esquelético son órganos contráctiles y que como tales soportan funciones fisiológicas vitales para el ser humano. Entre ellas, la circulación sanguínea y el mismo movimiento corporal. Aunque ambos músculos, considerados músculos estriados, tienen diferente origen embrionario comparten una estructura contráctil muy similar. Y todo ello pese a que también tienen proteínas distintas y están codificados por genes diferentes en sus tejidos.
Pero ambos comparten el mismo mecanismo molecular que al no estar presente puede dar pie a enfermedades como miocardiopatías dilatadas idiopáticas o miopatías del tipo polimiositis. Este mecanismo llamado sarcómero, tiene la capacidad de contraerse y relajarse en cada latido del corazón o en cada movimiento de nuestro cuerpo. Por lo que cualquier fallo en su regulación puede ocasionar graves consecuencias pudiendo llegar a causar la muerte.
Aunque desde hace tiempo se conocen los mecanismos que regulan la expresión de las proteínas contráctiles cardíacas o del músculo esquelético, hasta ahora no se habían estudiado los mecanismos moleculares que mantienen apagados los genes cuya expresión no corresponde en cada uno de estos tejidos.
En este estudio se desvela por fin este misterio. Los investigadores del CNIC han analizado también la función de un complejo proteico llamado NuRD en ambos tipos musculares. Y también han descubierto que la eliminación en tejido cardíaco de Chd4, uno de los componentes del citado complejo NuRD, da lugar a la “expresión aberrante de las proteínas contráctiles del músculo esquelético”.
Los autores de la investigación piensan que estos hallazgos pueden servir en el futuro para el diseño de tratamientos y herramientas diagnósticas para ciertos tipos de miocardiopatías dilatadas idiopáticas y polimiositis.