El ayuno intermitente ha ido ganando bastante popularidad en los últimos años. Sin embargo, un estudio reciente arroja dudas sobre los beneficios a largo plazo de restringir las comidas a un Interval de 8 horas al día, una práctica conocida como el esquema 16:8.
El estudio, presentado durante la reunión científica de la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA) sobre Epidemiología y Prevención, examinó los efectos del ayuno intermitente en la salud cardiovascular. Victor Wenze Zhong, autor principal del estudio y profesor de la Universidad Jiao Tong de Shanghai, compartió los hallazgos que sorprendieron al equipo de investigación.
Según Zhong, «Restringir el tiempo de alimentación diario a un período corto, como 8 horas por día, ha ganado popularidad en los últimos años como una forma de perder peso y mejorar la salud del corazón». Sin embargo, los resultados de su estudio sugieren lo contrario.
El trabajo, basado en datos de la cohorte NHANES (Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición) de 2003 a 2018, incluyó a 20,078 estadounidenses con una edad promedio de 49 años. El seguimiento medio fue de 8 años. Los hallazgos mostraron que aquellos que seguían un horario de alimentación restringido a 8 horas tenían una mayor probabilidad de morir por enfermedades cardiovasculares en comparación con aquellos que tenían un intervalo de tiempo típico para comer de 12 a 16 horas por día.
Aunque estos resultados son significativos, Zhong advierte sobre las limitaciones del estudio observacional.
Aunque el estudio identificó una asociación entre un período de alimentación de 8 horas y la muerte cardiovascular, esto no significa que comer con un tiempo restringido cause muerte cardiovascular», aclara
Por otro lado, otro estudio aborda una cuestión recurrente relacionada con el peso: el efecto de las fluctuaciones de peso en la salud. Las llamadas dietas yo-yo, que implican pérdidas y ganancias repetidas de peso, han sido objeto de preocupación debido a su impacto potencialmente negativo en el índice de masa corporal (IMC).
Aunque estas dietas pueden resultar en reducciones significativas en el IMC inicialmente, suelen abandonarse, lo que conduce a un aumento de peso posterior. Este ciclo de pérdida y ganancia de peso ha sido objeto de escrutinio por su posible impacto en la salud a largo plazo.
En resumen, estos estudios ofrecen nuevas perspectivas sobre el ayuno intermitente y las fluctuaciones de peso. Sin embargo, queda claro que se necesitan más investigaciones para comprender completamente los efectos a largo plazo de estas prácticas en la salud cardiovascular y el peso corporal.
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